El FC Barcelona vivió en 2015 uno de los años más gloriosos de su historia reciente al conquistar nuevamente el triplete: Liga, Copa del Rey y Champions League. Bajo la dirección técnica de Luis Enrique, el equipo alcanzó una de sus versiones más letales, impulsado por un tridente ofensivo que marcó una época: Messi, Suárez y Neymar, más conocido como el grupo MSN. Para muchos fanáticos, esa temporada fue tan mágica como inolvidable, y hoy sigue siendo común ver a los seguidores vestir con orgullo su camiseta barcelona retro, como símbolo de aquel equipo que deslumbró al mundo con su fútbol.
El Barça no solo ganó, sino que dominó. En La Liga, fue el equipo más regular; en la Copa del Rey, arrasó; y en la Champions, derrotó a gigantes europeos, incluido a la Juventus en la gran final disputada en Berlín. El tridente ofensivo fue absolutamente decisivo: juntos anotaron 122 goles en todas las competiciones, una cifra que rompió récords y sembró el temor en cada defensa rival.
La química entre Messi, Suárez y Neymar fue algo pocas veces visto en el fútbol moderno. Cada uno con sus características únicas —la visión de Messi, la agresividad de Suárez y la explosividad de Neymar— lograron complementarse de manera perfecta. Más allá de sus estadísticas individuales, su trabajo colectivo marcó la diferencia en los momentos más importantes. El resultado fue un Barça impredecible, veloz, técnico y con una capacidad goleadora inigualable.
Luis Enrique, en su rol de estratega, supo cómo gestionar a un plantel repleto de talento. Además de la MSN, el equipo contaba con figuras como Iniesta, Busquets, Piqué y Dani Alves, quienes aportaban solidez y experiencia. También fue clave la consistencia defensiva, con un Ter Stegen que empezaba a consolidarse en la portería y una zaga que mantenía el equilibrio cuando el equipo se lanzaba al ataque.
El triplete de 2015 no solo elevó al FC Barcelona a lo más alto, sino que también reafirmó su identidad futbolística. Fue una mezcla de técnica, velocidad, inteligencia táctica y espectáculo puro. La temporada concluyó con una celebración multitudinaria en el Camp Nou, donde jugadores y afición festejaron la conquista de los tres títulos más importantes del calendario europeo.
Años después, la era de la MSN sigue siendo recordada con nostalgia y admiración. Aquella delantera marcó un estándar difícil de superar, no solo por sus logros, sino por la belleza del juego desplegado. Muchos seguidores siguen rememorando ese ciclo vistiendo su camiseta futbol, como homenaje a uno de los mejores equipos de la historia del club.