Llegaba una nueva cita mundialista, a la que se presentaba como vigente campeón, la Copa Mundial de 1990 de Italia el equipo aún bajo la batuta de Carlos Bilardo. El delantero Jorge Valdano, uno de los jugadores más importantes durante la Copa del Mundo 1986, estaba retirado desde hacía dos años, pero recibió una oferta de Bilardo para integrar el plantel debido a la falta de delanteros eficaces. Previamente, el equipo jugó varios partidos sin buenos resultados, ganando solamente uno de los cinco juegos jugados (a Israel, elegido nuevamente para ser el último rival a contender antes del torneo, como en 1986, desde entonces considerado «cábala»).