Las otras dos ocasiones fueron en 1993, frente a un combinado de estrellas de la Liga española para homenajear a Kubala, nueva camiseta del chelsea y en 1995 frente al propio FC Barcelona en Tarragona. Barcala tira de historia para exponer su punto de vista: «La camiseta de fútbol es un producto de consumo y como tal debe entenderse. El Real Madrid ganó la séptima Copa de Europa, para mí un punto de inflexión en su historia, con una camiseta que llevaba el escudo en el centro en lugar de a un lado y con la marca Kelme. Algo impensable, pero hoy es una camiseta icónica. El Barcelona ganó en el 92 su primera Copa de Europa vestido de naranja, y esa camiseta es de las más vendidas. Y en el último clásico en el Bernabéu, francia camiseta mundial el Madrid iba de negro y el Barça con la ‘senyera’. No pareció un Madrid-Barça. Creo que ese debate ya está superado».