Lo más fácil será poner la camiseta sobre el tazón o el fregadero y luego presionarla lentamente en el agua para asegurarte de que el agua acondicionada se impregne en todas las fibras de la camiseta. Ya lo hicimos con los cócteles locos de esos años y que deberían volver, como el Orgasmo, el Destornillador o el Semáforo, y lo hacemos también con esos juegos míticos, sobre todo en un momento en el que series como Strangers Things explotan al máximo todos los tópicos de la época.